Tu tendón de Aquiles recorre la parte posterior de la parte inferior de la pierna, conectando la pantorrilla con el talón mediante un cordón fibroso y resistente. Es el tendón más grande del cuerpo y te permite realizar eficazmente cualquier ejercicio que implique la parte inferior de las piernas y los pies, como saltar, correr e incluso caminar.
Aunque es uno de los tendones más fuertes de tu cuerpo, puedes dañarlo. El tendón puede romperse o desgarrarse por un golpe inesperado o un giro torpe. Participar en algunos deportes físicos, especialmente los que requieren movimientos laterales, aumenta la probabilidad de lesionarse. Además, el movimiento repetitivo a lo largo del tiempo provoca el deterioro del tendón.
Puedes evitar la necesidad de cirugía del tendón de Aquiles estirando antes de cualquier deporte o actividad vigorosa. Otros consejos para evitar una lesión del tendón de Aquiles son:
- Reduce la velocidad
- Centrarse en la técnica
- Aumenta gradualmente
Síntomas de una lesión del tendón de Aquiles
Determinar la gravedad de tu lesión -y si se trata de un desgarro o una rotura- ayuda a tu podólogo de Queens a decidir si lo mejor para ti es un tratamiento no quirúrgico o quirúrgico. En el Centro de Diagnóstico y Tratamiento Medex, las opciones quirúrgicas son siempre el último recurso, y sólo se utilizan cuando nada más ha resultado eficaz.
Si un desgarro o rotura se produce como lesión por movimientos repetitivos, es posible que no tengas síntomas. Sin embargo, lo más probable es que notes síntomas como
- Un sonido de estallido o chasquido en el momento de la lesión
- A menudo dolor intenso en el talón o alrededor del tobillo
- Ser incapaz de empujar la pierna lesionada
- Marcha o movimiento del pie afectados
Las principales causas y factores de riesgo de una lesión del tendón de Aquiles
Puedes lesionarte el tendón de Aquiles si te caes, pisas un agujero o aumentas demasiado rápido la intensidad de tu ejercicio, entrenamiento o deporte, sobre todo si implica saltar. Puedes ser más susceptible a las lesiones si perteneces a ciertos grupos de riesgo, entre los que se incluyen:
– Sexo. Los hombres practican más los deportes de contacto que las mujeres.
– La edad. Si tienes entre 30 y 40 años, es más probable que practiques deportes de alto impacto o que induzcan al estrés. También estás en las fases iniciales del envejecimiento, en las que el desgaste empieza a pasar factura a tu cuerpo.
– Obesidad. Si luchas contra el aumento de peso o eres obeso, estás ejerciendo una tensión importante sobre el tendón de Aquiles.
– Hábitos de ejercicio. Los guerreros de fin de semana son atletas recreativos que juegan duro sin someterse al régimen de ejercicio y entrenamiento de apoyo que previene las lesiones.
– Ciertos medicamentos. Algunos antibióticos e inyecciones de esteroides debilitan los tendones. Pueden contribuir a una rotura.
¿Qué puedes esperar durante la operación del tendón de Aquiles?
En el Centro de Diagnóstico y Tratamiento Medex estás en manos seguras y experimentadas. Tu podólogo y cirujano ortopédico están especializados en realizar con éxito intervenciones quirúrgicas del tendón de Aquiles. Puedes esperar una serie de pasos que incluyen:
- Sedación previa a la cirugía. Dormirás durante la intervención, que dura entre una y tres horas. Mientras estás sedado, se controlan cuidadosamente tu respiración, tensión arterial y frecuencia cardiaca.
- La técnica adecuada. Dependiendo de la gravedad de tu lesión, tu cirujano Medex puede utilizar técnicas mínimamente invasivas, que requieren una pequeña incisión y el uso de una cámara diminuta. Para una rotura de tendón, tu cirujano puede necesitar una incisión mayor para acceder al tendón.
- Reparación del tendón. Tras apartar la piel, el músculo de la pantorrilla y la vaina del tendón, el cirujano retira el tejido dañado. El tendón se fija con suturas de última generación o con un injerto, utilizando otro trozo de tendón de otra parte de tu cuerpo o de tejido donado.
- Cierre de la incisión. Tras realizar cualquier otra reparación necesaria, el cirujano cose las capas de músculo y piel para cerrarlas con suturas.
Cuidados postoperatorios de la cirugía del tendón de Aquiles
Una vez pasado el efecto del sedante, que puede tardar unas horas, te dan el alta para que te recuperes en casa. Es una ventaja del procedimiento ambulatorio. Los analgésicos alivian tus molestias durante los primeros días, y una férula especializada protege el talón, el pie y la parte inferior de la pierna. Mantén la pierna elevada todo lo posible para reducir la hinchazón. Se te anima a caminar, utilizando muletas para mantener el peso alejado de la pierna mientras se cura.
Al cabo de diez días, tu podólogo Medex te retira las suturas y sustituye la férula por una escayola dura o una bota especializada extraíble. Recibes instrucciones para el cuidado de la herida y ejercicios de fortalecimiento. Tu médico puede prescribirte sesiones de fisioterapia para mejorar tu curación y reducir el tiempo de recuperación. Ponte en contacto con la consulta multiespecialidad de Queens, Nueva York, para una evaluación.